«Los últimos días de Clayton & Co»: Novela de terror, de época y el horror patriarcal

*Nota publicada originalmente el 28 de febrero del 2020 para La Nación.

El último libro de Francisca Solar, “Los últimos días de Clayton & Co”, editado por Planeta, va en su segunda edición. La escalofriante novela ambientada en el siglo XIX en el pueblo ficticio de Atlas, Chile, cuenta la historia de Abigail, una joven de 14 años casada con un respetable pero machista y frío empresario inglés, dueño de un estudio fotográfico especializado en fotografía post mortem (aquellas imágenes donde el muerto posa una última vez para dejar un recuerdo grato a sus cercanos). El giro vendrá cuando la protagonista comience a tener contactos con los muertos, y ellos, le susurren secretos.

La publicación es la primera novela dirigida a un público adulto de la escritoraLo que se puede observar en los tópicos más crudos que aborda dentro de la historia, como la violencia socialmente aceptada en aquellos años hacia la mujer,y también por la documentada y detallada descripción de la época, lo que resultará un agrado por los amantes de lo antiguo y verosímil.

Pero esta novela es más que una historia de terror. Aquella frase de que “hay que temerle más a los vivos que los muertos” calza perfecto en esta historia. La forma en cómo retrata los pesares de una mujer en el siglo XIX, la precisión con que los describe tanto en lo social pero también lo psicológico, dan por resultado una historia que si bien homenajea la época de finales del 1800, no romantiza ni idealiza esos años. Para nada. El machismo cruento es un tema claro.

Por otro lado, las descripciones de todo lo relativo al oficio particular de la fotografía post mortem, el proceso que sufre un cuerpo tras morir, y las diferentes reacciones que puede tener cada fallecido y el cómo lo resuelven los especialistas, son totalmente valiosas y documentables, lo que vuelven este libro una ficción muy real.

Los ambientes escalofriantes, a veces claustrofóbicos y violentos, ponen los pelos de punta. La maestría de la autora en la narrativa es algo que se percibe, ya que transgredir al lector, para lograr el efecto de horror, es algo que todo escritor lo aprende en cada historia. Ni Stephen King tiene una fórmula, y Francisca Solar lo consigue.

PARA TENER EN CUENTA

1. El hecho de que la protagonista sea una médium que se conecta con los muertos mediante el proceso de revelado de una foto, es una cuestión cargada de simbolismo para la literatura o desde el análisis semiótico. Esto, porque Roland Barthes, en su canónico libro de fotografía, “La cámara lúcida”, afirmaba que “la fotografía repite mecánicamente lo que nunca más podrá repetirse existencialmente”. Para él había una estrecha vinculación entre la fotografía y la muerte.

2. El fantasma debe ser por lejos unos de los tópicos de terror con más poética en la literatura. Su amplio significado ha sido metáfora predilecta para retratar miles de conflictos; “lo no resuelto”, aquello que “pena”, lo que “aún deambula”. El fantasma siempre evoca tragedia, porque no hay descanso en el alma del que no puede partir. La forma como lo utiliza Francisca Solar es una excelente muestra de ello.

3. La vinculación entre el espiritismo y la clase alta es estrecha. El contacto con los muertos es una práctica que tiene sus orígenes en la élite. No existen los fantasmas pobres, es cosa de revisar las “imágenes de apariciones” antiguas. El fantasma habita en mansiones, no en la casa del obrero. Jean-Paul Sartre decía que los fantasmas eran el apego que tenían los burgueses a sus bienes. Por ello, la pertinencia de la historia de la novela con la “realidad”, resulta enormemente verosímil.

Publicado por Eduardo Córdova O.

Estudiante de periodismo a punto de egresar. Escribo notas, reportajes y entrevistas. Y también ficción.

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